1. Limpieza de la piel: Antes de aplicar cualquier crema facial o corporal, es importante asegurarse de que la piel esté limpia y libre de impurezas. Lava tu rostro o la zona del cuerpo donde planeas aplicar la crema con un limpiador suave y agua tibia. Luego, sécala suavemente con una toalla limpia.
2. Tónico (opcional): Si sueles usar un tónico facial en tu rutina de cuidado de la piel, aplícalo después de la limpieza y antes de la crema. El tónico puede equilibrar el pH de la piel y prepararla para la absorción de la crema.
3. Aplicación de la Crema:
   • Toma una pequeña cantidad de la crema con colágeno y vitamina E en tus dedos limpios. La cantidad exacta dependerá de la zona que desees cubrir, pero generalmente, una cantidad del tamaño de una nuez es suficiente para el rostro.
   • Distribuye la crema en pequeños puntos sobre la piel, evitando el área de los ojos.
   • Utiliza movimientos suaves y ascendentes para masajear la crema sobre la piel. Esto ayuda a promover la absorción y estimula la circulación sanguínea.
   • Si estás aplicando la crema en el cuerpo, asegúrate de extenderla de manera uniforme y presta atención a las áreas secas o problemáticas.
4. Masaje Facial (opcional): Si estás aplicando la crema en el rostro, puedes realizar un suave masaje facial mientras la aplicas. Esto puede mejorar la circulación y la absorción de la crema. Masajea desde el centro hacia afuera, evitando la zona de los ojos.
5. Cuello y Escote: No te olvides de aplicar la crema en el cuello y el escote, ya que estas áreas también pueden beneficiarse de los ingredientes hidratantes y rejuvenecedores.
6. Dejar Absorber: Deja que la crema se absorba completamente en la piel antes de aplicar maquillaje u otros productos de cuidado de la piel. Esto puede llevar unos minutos.
7. Rutina de Noche: Utiliza tu crema de noche y evita el contacto con el sol.

Recuerda que la constancia en la aplicación es clave para obtener los mejores resultados. Ten en cuenta tus necesidades personales de cuidado de la piel.