Guía de uso de la vitamina C

Guía de uso de la vitamina C

¿Recuerdas que a finales del año anterior te hablamos sobre la vitamina C? Bueno, pues hoy queremos ofrecerte una guía de uso para que empieces a incorporar la Vitamina C en tu rutina diaria de skincare.

Pero antes retomemos un poco sobre qué es la vitamina C y cuáles son sus beneficios de uso. 

¿Qué es la vitamina C? 

La vitamina C también conocida como ácido ascórbico, es el antioxidante por excelencia de carácter hidrosoluble, es decir a su consumo se disuelve en el agua de nuestro cuerpo y lo que ya no es provechoso se libera en la orina. 

La podemos encontrar en frutas como la fresa; verduras, principalmente las de hoja verde y tubérculos como la papa. Y en los últimos años es posible encontrarla en suplementos y artículos para el cuidado de la piel como cremas y sérums

¿Cuándo empezar a usar vitamina C?

Si deseas introducir la vitamina C a tu rutina de skincare, te podrás preguntar ¿cuál es el mejor momento para hacerlo?

Bueno, en realidad no hay una regla que establezca un límite de edad, es más bien cuestión de identificar el momento en el que tu piel de verdad se verá beneficiada por sus propiedades.

Por ejemplo siendo adolescente la preocupación por evitar arrugas es mínima, pero cuando se empiezan a experimentar problemas de acné y la piel ya no sana como antes o deja demasiadas cicatrices, tal vez sea momento de aplicar gradualmente la vitamina C con la asesoría de un dermatólogo si tu piel es muy sensible. 

¿En qué situaciones usar el ácido ascórbico?

La vitamina C trae excelentes beneficios a la piel con su uso continuo, como:

1.- Fórmula antioxidante 

La genética, el paso del tiempo, exposición al sol y expresiones faciales recurrentes como fruncir el ceño son sólo algunas de las causas que producen arrugas en la piel

Por fortuna el uso de vitamina C te ayudará a prevenir y minimizar la aparición de arrugas en la piel por sus propiedades antioxidantes y de impulsor en la producción de colágeno. 

2- Unificador de la piel

La exposición al sol no sólo propicia la aparición de las arrugas en la piel, sino también de manchas. 

Contrario al mito la vitamina C se trata de un componente fotosensible, no fotosensibilizante, es decir que su uso no te hará más propenso a sufrir daños por el sol dejando manchas en tu piel por ejemplo. 

De hecho sus propiedades te protegerán del daño por la exposición a los rayos UV, pero como es fotosensible sus beneficios perderán eficacia con mayor rapidez estando bajo el sol.

Por ello te recomendamos que primero apliques vitamina C y después un protector solar, ambos neutralizarán los daños de los rayos UV para que tu piel mantenga un pigmento uniforme. 

Otro de sus beneficios es que acelera el proceso de cicatrización en la piel generado por alguna lesión. Su continuo uso  le dará a tu piel una textura homogénea. 

Recomendaciones de uso

Antes de agregar la aplicación de vitamina C a tu rutina de skincare, te aconsejamos considerar los siguientes puntos para que tu experiencia de uso sea la mejor:

1- Atención al pH

El ph (Potencial de Hidrógeno) es un parámetro numérico del 0 al 14  que determina los niveles de acidez de muchos elementos como el agua, detergente, la vitamina C y por supuesto la piel humana. 

Para que la absorción de la vitamina C en la piel tenga éxito se debe prestar atención al nivel de pH tanto de la vitamina C como de la zona a la que se le esté aplicando. 

Si tu piel es normal, entonces un producto con vitamina C de bajo pH alrededor de 3.5, es el ideal para la óptima absorción.  

En el caso de pieles sensibles propensas al enrojecimiento y alergias, lo que se sugiere es un producto cuya vitamina C sea equivalente al pH promedio de la piel: entre 5 y 6. Esto evitará cualquier irritación. 

2.- Uso gradual

Es cierto que para experimentar todo el potencial que ofrece la vitamina C lo ideal es su aplicación diaria, pero no te sientas presionado a alcanzar esta meta la primera semana que empezaste a integrar la vitamina C a tu rutina de skincare, pues en lugar de beneficiarse tu piel saldría perjudicada. 

Lo mismo aplica si nunca habías tenido una rutina, dado que la vitamina C es un activo nuevo para tu piel, el uso diario podría irritarla, por ello es mejor iniciar de poco a poco: aplicarla una vez por semana por un mes, luego dos veces a la semana el siguiente mes hasta llegar a la aplicación diaria.  

3.- Utiliza vitamina C en sérum

Los productos de skincare con vitamina C vienen en diversas presentaciones, cremas por ejemplo, sin embargo son los serums los que contienen mayor concentración de vitamina C, propician la mejor absorción de la piel y mantienen sus componentes activos estables.

También son versátiles pues si se desea absorber tanto los beneficios del sérum con vitamina C y mantener hidratada la piel, es posible mezclar el serums con una crema hidratante

4.- Concentración adecuada 

Con la intención de no causar irritación y obtener beneficios, se tiene que considerar el tipo de piel (seca, sensible, grasa, normal) para saber qué concentración de vitamina C deberá contener el producto, ya sea serum, crema, etc.

En el caso de pieles grasas y normales un producto con alta concentración de vitamina C de entre el 5% al 10% es perfecto para conseguir una piel suave e uniforme. Aunque existen productos con concentraciones de hasta el 20%, no recomendables para el uso cosmético sino dermatológico.

Si tu piel por el contrario cae en la categoría de seca o sensible, un producto de concentración máxima del 5% te brindará los beneficios de la vitamina C sin causar ningún malestar. 

Hemos llegado al final de nuestra guía, esperamos que te haya sido de ayuda para iniciar este viaje de aplicación de la vitamina C a tu rutina de skincare o te haya motivado a comenzar una rutina propia para la salud de tu piel. 

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